sábado, enero 15, 2005

Observador

Hace millones de años
cuando el tiempo aún no nacía
y era el fin de todas las eras...

I
En esa brecha
entre el final y el principio
pero después y antes del tiempo

En esa no-era
existirá-existe-existió
una zona no-dimensional

Donde fué-es-será

Un ente de-mente


II
Observador
mira todo el universo
con ojos de nada.
Su alma es la existencia
pero su alma no existe
no tiene alma

No está solo
está acompañado
de miles, millones de seres
de entes
que son él mismo

Está justo en la brecha
que divide la nada del todo.
Es un testigo del cosmos

También mira la nada
con los ojos del todo
pero no comprende
y vuelve a hacer lo mismo
pero al revés
y sigue sin comprender


III
Un-ningún-todos
los días

Decidió mirar el todo
con ojos de todo

y la nada
con ojos de nada

Se invirtió sobre sí

IV
Lo miró todo
y comprendió todo
también miró la nada
y comprendió nada

Pero cuando quiso mirarse
no pudo mirar
ni comprender

Porque en el justo punto medio
entre su vista del todo
y su vista de la nada:

Se abrió una brecha
como una tela que se rasga
y todo y nada se separaron
Y en esa brecha
entre el final y el principio
pero después y antes del tiempo
En esa no-era
existirá-existe-existió
una zona no-dimensional
Donde fué-es-será
Un ente de-mente

Una manzana para el maestro

FADE IN
SECUENCIA I
INTERIOR NOCHE: MEDIUM SHOT
1.- Joaquín Suárez, joven maestro de escuela preparatoria, se encuentra en su casa; sentado frente a un escritorio escribe una carta, usa unas feas gafas de fondo de botella.
VOZ EN OFF
Joaquín: Mi adorada Raquel, hoy no hice otra cosa que pensarte. Tu rostro me ha perseguido desde que te inventé por vez primera. Mi amor soñado, aunque los muy estúpidos me tachen de loco y me rehúyan, yo seguiré creyendo en ti (CU A ROSTRO DE JOAQUIN). Dicen que eres imaginaria pero no saben que un día vendrás a mí, abierta de flores, con tu húmedo rocío, arrancada del pozo de la inexistencia por las ansiosas manos de mi fé y mi deseo. (ECU A LOS OJOS DE JOAQUIN). Tuyo por siempre. Joaquín.
2.- Joaquín dobla la carta y la mete en un sobre que cierra, saca una estampilla del escritorio y se la pega al sobre.
3.- Joaquín se levanta y se dirige al otro extremo del cuarto, abre un estante dentro del cual se encuentra un buzón de madera. Joaquín mete la carta al buzón, pero éste cae al suelo por accidente, abriéndose, esparciendo por el piso un numeroso contenido de cartas dirigidas a Raquel. Joaquín empieza a recoger las cartas.
DISOLVENCIA
4.- Joaquín, vestido de pijama, apaga la luz de su recámara y se acuesta a dormir.
5.- Joaquín, acostado en la cama, oye que tocan a la puerta (TOQUIDOS). Se levanta a abrir (TRAVEL DE JOAQUIN HASTA LLEGAR A LA PUERTA).
6.- Joaquín abre la puerta y aparece Raquel, cuyo rostro no alcanza a distinguirse en la penumbra, mas no así su cuerpo; ella está cubierta con un ligero velo que trasluce su cuerpo. Joaquín (suspirando): ¡Raquel!
7.- Raquel y Joaquín se abrazan, ella acaricia su rostro, lo besa en la boca, acaricia su hombro, se retira y exhibe las formas de su torso que cubre tímidamente con su velo. Se abrazan nuevamente y bajan al piso, se arrodillan y Raquel se quita el velo (sin que se vea su cara) para tenderse con él en la alfombra, ambos empiezan a acariciarse. La mano de Raquel busca los genitales de Joaquín, él se estremece.
DISOLVENCIA
8.- Joaquín despierta masturbándose, está cubierto de sudor y jadea.
DISOLVENCIA
SECUENCIA II
INTERIOR SALON DE CLASES
9.- MS MAESTRO SE ALCANZAN A VER CABEZAS DE LOS ALUMNOS. Maestro (a los alumnos): Nos vemos la próxima clase... esperen un momento, déjenme ver (revisa las listas) Aceves Olga.
10.- Los alumnos miran hacia atrás murmurando.
Alumno 1: Le hablan a la cerebrito.
11.- Olga levanta la mano, usa lentes, lleva el pelo recogido en un moño, viste conservadoramente.
12.- El maestro Suárez descubre a Olga.
Maestro Suárez (a Olga): Tengo un trabajo que entregarle (a los demás alumnos) los demás pueden retirarse.
13.- Los alumnos recogen sus libros y se van. El maestro empieza a ordenar sus cosas y Olga, ya con las suyas en las manos, se acerca al maestro, lleva la mirada gacha, tímida.
Maestro (mientras acomoda los libros): Es el trabajo de estadística, lo tengo en mi cubículo (ya que terminó de arreglar sus cosas) Vamos.
14.- Olga y el maestro salen del salón. Atraviesan algunas zonas de la escuela y llegan al cubículo del maestro, quien le abre la puerta a Olga. El cubículo es reducido, hay un escritorio y dos sillas, enfrente y atrás de éste. Hay libros en estantes y sobre el escritorio hojas con fórmulas matemáticas. Olga entra, se sienta y el maestro Suárez hace lo mismo.
Olga (titubeando y con la vista baja): Maestro Suárez... ¿quedó bien mi trabajo?
Maestro Suárez (buscando en el escritorio): Faltan algunos arreglos en las conclusiones, pero el tratamiento de los datos fue adecuado y eso era lo que me interesaba. (Encuentra el trabajo) Aquí está, tiene nueve de calificación (le entrega el trabajo).
15.- Se asoma por la puerta del cubículo la maestra Vásquez, joven vivaracha, vestida en colores vivos, a la moda.
Maestra Vásquez (al maestro Suárez): ¡Oh!, perdón Joaquín ¿le entras a la vaca para la carne asada del domingo?
Maestro Suárez (se dirige serio a la maestra): No, maestra Vásquez. No me interesa. (Vuelve su mirada a Olga) La felicito señorita Aceves, su trabajo fue el mejor de su grupo.
16.- La maestra se retira del cubículo. Afuera están esperándola un maestro y una maestra.
Maestro 1: ¿Qué pasó? ¿qué te dijo?
Maestra Vásquez: Me mandó por un tubo.
Maestra 2: Se los dije, Suárez es un anormal.
17.- En el cubículo, Olga y el maestro Suárez continúan conversando sobre el trabajo de Olga.
Olga (al maestro): Gracias, maestro...este...
Maestro Suárez: ¿Sí?
Olga: No, nada. Con su permiso, me retiro (sale del cubículo).
DISOLVENCIA
SECUENCIA III
INTERIOR NOCHE
18.- Olga está en su recámara poniéndose la ropa de dormir, se sienta a una mesita y añade unos trazos más al dibujo del maestro Joaquín Suárez. Termina el dibujo y lo contempla.
19.- Olga se levanta y se dirige a apagar la luz, se acuesta. CU A LOS OJOS CERRADOS DE OLGA. LA ILUMINACION SE TORNA PROGRESIVAMENTE ROJIZA.
20.- ILUMINACION ROJIZA. Sola, en su salón de clases, Olga está acurrucada en el mesabanco central, se encuentra desnuda, sólo cubierta por su largo pelo que lleva suelto.
21.- ILUMINACION ROJIZA. Entra el maestro Suárez por la puerta, vestido normalmente, deja sus libros en la mesa y se pone a impartir cátedra, sus labios se mueven pero sólo se escucha el sonido de la respiración de Olga, primero tranquilo y poco a poco más agitado.
22.- ILUMINACION ROJIZA. Olga extiende su cuerpo sobre el mesabanco, abre las piernas y echa la cabeza hacia atrás.
23.- ILUMINACION ROJIZA. Olga se encuentra sobre la mesa del maestro, quien está a su lado, desnudo. Sólo se oye la respiración agitada de Olga.
DISOLVENCIA
SECUENCIA IV
EXTERIOR DIA
24.- Por un pasillo de la escuela viene caminando Olga, por el lado opuesto aparece Joaquín caminando en sentido contrario. Olga baja la vista. Joaquín sigue de frente sin mirar siquiera a Olga. Se cruzan y se alejan. ENTRA MUSICA.
FADE OUT

Desempleos

Tú me conoces, es más, me conoces demasiado. Acuérdate, fue en Gobierno del Estado, donde trabajábamos juntos, también en la Volkswagen y en Ferrocarriles. Y en la Telefónica. Hemos laborado en decenas de empresas, públicas o privadas.

¿Te acuerdas de los primeros días? Yo andaba por la ciudad con el cerebro puesto en automático, sin poder creerlo. El impacto inicial lo deja a uno insensible, embotado. Esa parte fue tan rápida que ya la olvidamos, el mundo no se acaba por un empleo, teníamos confianza en las capacidades propias, en fin, "De mejores sitios me han corrido".

Entonces empezó la creciente desesperación, bajo la forma de una sombra lejana, allá como a cinco cuadras le vimos escabullirse. La siguiente semana estaba a cuatro cuadras, pero no era problema, al cabo a tu esposo no lo habían recortado. Todavía quedaban muchos recursos de los cuales echar mano, que para eso tenías dos. Basta ya de andar tocando puertas por toda la ciudad, a trabajar por cuenta propia, yo sé cocinar-lavar-vender tacos-hot dogs-lavar carros-acarrear escombro en el Pick Up-hacer Coffe Cakes-tamales-dibujar rótulos-escribir cuentos.

Nos volvimos a encontrar, ahora en la calle. Un desempleado reconoce a otro de inmediato. Fué cómico, porque después de saludarnos tú me vendías ropa de Los Angeles y yo te preguntaba si querías comprar sandía del Valle. Ninguno traía dinero. Ya no estaba a cuatro cuadras, aquélla sombra se presentó de frente, sacudiéndote de los hombros, cuando oíste los rumores de otro recorte en la empresa donde trabajaba tu esposo.

Empezaste a temer de todo, casi eras un delincuente por no poder comprobar tu modus vivendi ante la policía. Nunca te interesó averiguar cómo le harían los que no pudieron pagar una educación en su juventud, ahora incapaces de dar consultas por su cuenta, ni de llevarle la contabilidad a un amigo, ahora hasta te sentiste tentado de ir a espiarlos, a ver si aprendías algo.

En todas las pantallas, papeles y bocinas, se anunciaba la salvación en tres siglas (T.L.C. o U.S.A., lo mismo daba). Mas este Mesías se hace esperar. Con que la agarre de almacenista en alguna concesión transnacional ya la hice. Nomás estoy esperando abrir las puertas, que entre el Gran Señor y ponerme a sus órdenes, ya tengo mi ridículum listo (en versión bilingüe). En fin, me aferraré al T.L.C. cual si fuera un clavo ardiendo, aunque sea el de mi propia crucifixión, porque la bonanza será pasajera, después de cierto tiempo volverá la sombra, pero ya no habrá para donde hacerse, porque para ese tiempo el Gran Señor será dueño del País, del Gobierno... y del Ejército.

Entonces tú te vas a acordar de mí, es más, te vas a acordar demasiado. Te vas a acordar de cuando me conociste en Panamá, en Puerto Rico, en Nicaragua. En decenas de países donde el falso Mesías ya reveló su verdadera cara, allá, como cinco cuadras atrás.

Despertar

Las cobijas transmitían una dulce sensación vaginal, me deslicé hacia afuera con torpeza y posé mis pies desnudos sobre el frío suelo de concreto. Literalmente hablando hice tierra, un rápido destello llegó a mi cerebro, pero no fue suficiente. Atravesé el corredor plagado de tonos al pastel y esa sensación cálida semienvolviéndome la cabeza, llegué al sanitario e hice tierra nuevamente, pero esta vez con una conexión líquida. En vez de destello hubo un lento calor ascendente desde mi vejiga. Tampoco fue suficiente.

Desde su sonido inexistente, los brazos de mamá mecían mi ternura, cobrando un ritmo fijo, envolvente. El sanitario, pendular ahora, se disolvía en colaboración; empezaba a consolidarse otro entorno sobre el anterior, cuyas leyes sólo había que recordar. Extendí el brazo y toqué la llave del lavabo, fría-metálica. Mojé mi nuca con agua helada. Todos los colores que flotaban sueltos se asentaron con la sacudida de mi cráneo. Satisfecho, me dirigí a la cocina para prepararme un café. Empecé a calentar agua y el vapor rodeó mi rostro suavemente, la presencia de Elizabeth comenzó a asomarse en el ambiente, tomando forma en los contornos de mi cuerpo. Nada parecía ser suficiente.

Me desplacé, en forma de nube, de regreso al lavabo. El agua helada no sería suficiente. De reojo, alcancé el espejo y me detuve. Sonreí, tranquilo y empecé a quitarme el pedazo de sueño que se me había quedado enredado en el pelo.

Ofelia

Aclaración previa: Esto nunca lo voy a admitir en público.

Sí, algo hubo entre Ofelia y yo, pero no me pregunten si me enamoré ¿Cómo sentir algo por esa masa? Alta, inmensa y fofa, la primera vez que me dió la mano para saludarme, sentí escalofríos con esa sensación plástica que impregna su mano, recordé cuando mi padrino puso un pulpo vivo en mis manos: exactamente lo mismo. Esa sensación me acompañó los días y las noches siguientes hasta que decidí empezar a frecuentarla.

Cordial, muy cordial pero tímida, accedía a todas mis invitaciones; pero siempre en cuanto entrábamos en confianza, se replegaba asustada, en varios restaurantes me dejó con la comida en la boca, otras veces con una película a medio ver. Se fue convirtiendo en obsesión averiguar el trasfondo de su actitud. Entonces estuve machaque y machaque con que fuéramos más allá de la amistad, a lo que ella invariablemente me respondía: "No he sido muy afortunada en ese aspecto", dale y dale con lo mismo.

Bueno, por fin accedió y fuimos a mi departamento. Se le veía la ilusión en la cara y yo estaba excitado por descubrir su secreto. Me monté sobre ella como un niño que escala un montón de almohadas. Antes de penetrarla me dijo temerosa: "Espérate, soy virgen". La callé con un beso y seguí adelante. Arremetí. Boing. Otra vez. Boing. Grrrr. Boing, boing, boing ¿Conocen las punching bags? De ésos muñecos inflables de plástico que tienen arena en el fondo, que los niños golpean y se regresan. Empezó a llorar, la experiencia se estaba volviendo dolorosa. Para ambos. Me sentí con la responsabilidad de romper la barrera que limitaba a ese desvalido ser, de salvarla de su infortunio. Agarré la cabecera de la cama como apoyo y me dejé caer varias veces, espermatozoide desesperado frente a un óvulo inmenso. Agotado, me tendí a su lado "Te lo dije, te lo dije" no cesaba ella de repetir entre lágrimas. Fue cuando le dije "Pérate, ya sé qué vamos a hacer, súbete tú encima de mí, sí, súbete". Una idea genial. Genial hasta que empecé a tener miedo de morir asfixiado o absorbido por esa gigantesca ameba. Sin decir agua va, se dejó caer y... rip. Me sacó el aire pero rip. Su cara parecía una pelota con un corte de navaja, sonreía. Y suspiraba. Ssssssss ¿Suspiraba? Sssssssssssssssss. Al final quedé amortajado por los gruesos pliegues de su piel, desparramada sobre toda la cama. "¡Ofelia, Ofelia! ¡¿Dónde estás, respóndeme?!”

Mejor ni me pregunten cómo le hice para inflarla de nuevo.

Lo esencial es lo que importa

Si te lo cuento es por la necesidad, estas cosas no se pueden traer en el pensamiento y vivir sin contarlas, no me importa lo que pienses después, allá tú. Tardé mucho pensando cómo hacerlo, pero ahorita, las palabras salen solas.

A él lo conocí por pura casualidad. No es cierto, yo busqué la oportunidad y ésta se me dió la noche de la fiesta, uno de esos festejos aparentemente ocasionales, pero donde todos ya saben el final. Alejandra me lo presentó mientras nos narraba no sé qué historia, acerca de la venganza de una mujer contra su marido; nos dió tanta risa que hasta lágrimas nos salieron - al contrario, la historia requería nuestra participación, debíamos llorar con el máximo realismo, lo cual nos hizo reír - luego me llevó a ver sus dibujos, tiene uno muy chistoso con demonios chiquitos saliendo de la boca de un hombre azul, que se desvanece hasta convertirse en el cielo.

Alejandra decía que la mujer estaba secuestrada por su marido, quien la violaba y, sobre todo, la obligaba al fellatio - que se la mamara pues - ¿Cómo se conocieron? Quizás en una fiesta, quizás Alejandra los presentó, eso es muy probable porque uno de los dos no era lo que aparentaba, así como el personaje más callado del cuento - la esposa - quien al final se revela capaz de concluirlo, cuando castra al marido de una mordida.

El me dijo después que el acertijo consistía en deducir quién se moría: si el hombre por la hemorragia o la mujer por atragantamiento. Yo sospecho que quien inventó la historia fue él, y Alejandra sólo la divulgó, aunque él dice que Alejandra es viuda y estuvo algunos años en el Psiquiátrico.

La verdad es que nunca tuve el gusto de verlo en persona, pero si tú juntas al coeficiente con los productos e inviertes la relación, pues te da algo que faltaba: la x. El era como esa x, juntabas a Alejandra, a los esposos, a mí y había algo que faltaba, le ponías tantita cabeza para invertir las relaciones y ¡zas! un metro ochenta, pelo ondulado, con profesión de dibujante y afición por las relaciones orales, etcétera.

Tú ya sabes cómo es ella, bueno, pensé que sabías, con todo lo que ha dicho de ti. Claro que después aclara: no es que yo diga eso, sino que me imagino lo que podría decir y me imagino que lo digo, entonces cuando hablo les canto una canción de moda, pegajosa. Y yo, como quiero hacerme la idea más certera de ti, no me tomo en serio sus palabras, sino que me imagino que lo oigo y entonces ya no me sorprende todo lo que oigo sobre ti. Pero no te preocupes, tú sólo imagínate que estás muerto y que no puedes hacer nada al respecto.

Pensando las cosas de nuevo, creo que Alejandra es dibujante, creo que en ésa fiesta conocí a mi pareja, creo que has sido tú quien vino a complicarlo todo, tú inventaste el chisme sin hablar, cuando nos sacaste la sopa, uno por uno. Ahora que pienso en tí, puedo ver el rompecabezas completo, hecho de piezas falsas, construyendo por fin la verdad: dos personas hicieron el amor, otra se murió y alguien está contando una historia.

La representación puesta en entredicho

Me sentí solo ¿Te has sentido solo? Como un fantasma deambulando por las calles, una sombra adherida a las paredes. Cuando nadie te entiende, cuando no penetras - por más que luchas - el marco particular de relaciones, ideas y prejuicios que rodean a cada persona. Cuando lo que dices se pierde en laberintos de malinterpretaciones y tus amigos parecen fotografías inalcanzables, planas, sin poder ver el reverso por más vueltas y acechanzas en busca de su esencia ¿Sabes algo?: Mi vida se convierte en una pantomima absurda, extiendo el brazo para abrirte el pecho y tocar tu corazón, pero sólo siento la fría y lisa superficie del cristal que nos separa.

Entonces huí de todos, hasta de mis mejores amigos, porque me pasaban por un filtro antes de escucharme realmente (que es sentirme). Busqué alguien más puro, alguien con los ojos abiertos a ver, inmensamente abiertos. Y la encontré a ella, joven sin contaminar, su esencia era agua cristalina a flor de piel, transparente, lista a envolver mi cuerpo apenas sumergirme. Me entregué completamente, le di todo de mí y ella era una esponja mágica de incesante absorción. Le enseñé, la acostumbré. En pocas semanas las palabras sobraron, bastaba que yo hiciera algunos gestos para que ella me correspondiera. Vivimos largo tiempo juntos.

Un día, antes de salir de casa, me despedí de ella con un beso. Ella se despidió de mí con un beso. Le dije adiós. Me dijo adiós. Le lancé un beso. Me lanzó un beso. Tragué saliva como si tragara una pelota, me acerqué y extendí el brazo. Ella extendió el suyo. Al hacer contacto sentí la fría y lisa superficie. Me había quedado solo frente a un espejo.

Orden

El día amaneció nublado. Mi tristeza se pasea por la calle, la gris calle. Soy muy distraído. Me causa problemas, Sara se enoja. Hago café mientras una cumbia se disuelve en el trayecto de mi departamento al del vecino, abajo... tengo que volver a hacer café, me entretuve leyendo revistas y el agua se evaporó... mi existencia está hecha de multitud de pequeños eventos que circulan por el tiempo remezclándose. Es la facultad dinámica del Universo. Desde que tengo uso de razón recuerdo que mi cuerpo cambia. Llevo dos días sin bañarme y ya apesto. Uno está forzado a luchar contra el tránsito de la existencia, como el guardián de una represa. Aquí, todos los días una pequeña fuga. No pasa nada. Aún. Puedo dejar correr el agua por la fisura y nada. Otro día, otra fuga. El primer día yo ya sabía que debía tapar la primera fuga. Ahora es más difícil, son dos fugas. Y mañana tres. Y detrás del aparentemente sólido muro de lo cotidiano, una presión hidraúlica capaz de perforar mi cuerpo, de despedazarme en mil partículas, en pequeñas fugas de sangre, de vida.

Por todo el departamento que rento, se encuentran "Instrumentos del Hombre" en el más completo desorden: libros, revistas, basura, polvo, lápices, ropa, cajas, recipientes; pequeñas pero numerosas fugas de orden, cuya responsabilidad ineludible hace que me tropiece con la escoba, el garrafón del agua, que me siente, arrugue y hasta rompa documentos importantes. Hace un mes perdí mi Acta de Nacimiento; en realidad no la perdí hace un mes, sino que hace un mes la necesitaba para unos trámites y no pude encontrarla en el maremágnum de celulosa...

... varias veces he intentado poner orden en mi vida. Períodos de intensa actividad. Pulcritud. Higiene. Organización. Casi casi un Estado ambulante. Rígido. Pero la actividad genera información, información que debe asimilarse, almacenarse, en una palabra: necesita de actividad para no degenerar en caos informativo. Un círculo vicioso para el que no encontré más salida que el otro círculo vicioso de la inercia...

... ya me acabé mi segunda taza de café y me decido a leer la nota pegada al refrigerador. "Me largo. Sara." Ser distraído me causa problemas, pero ahora sí que voy a tener en qué distraerme, largas, largas noches y días para pensar en tí, Sara.

Depre

Ahora todo es frío, sin sentido. Pienso en no pensar en ti, parezco un animalito lamiéndose la herida sin cerrar. La ropa sucia, amontonada en los alrededores de mi lecho, alguna vez nuestro, pretende sepultarme, acabar conmigo; pero no la culpes, sólo responde a mi llamado, al igual que las colillas de cigarros, los escupitajos, los pañuelos desechables, las envolturas... y las moscas. Ellas han sido las últimas en llegar, fue ayer, antes de entrar al baño abrí una ventana y cuando salí, por fin habían llegado. Eran el adorno final que faltaba a la montañita de desechos a un lado de la cama.

Mi rutina diaria se ha vuelto tan sencilla como levantarme, ir al baño, acostarme, fumar, acostarme, tomar algo de agua, acostarme. Tres días sin dormir ni comer. Juro que cuando salga de esto, no me encontrarás ni en el rostro.

Sensacional de Chafiretes

Subes al camión en mediodía prisa traes el calor pisándote los talones dale una feria al que canta chorrocientos chicles por diez pesos cumbias rocanroleras en el estéreo incluido al pasaje es una oferta especial portacredenciales plásticas no sufra más su credencial no caerá lo hago para alimentar a mi familia (se mete los picahielos a las narices) órale güey unas carreritas rugen los hermanos de línea transportista por lo menos llegarás a tiempo aunque sea en pedazos me gustan los estudiantes pero éstos no ya me pegaron con sus libros sin darse cuenta sudan las nalgas mejor te paras para no manchar las ropas de la cintura para abajo qué amable fuiste con la señora gorda todavía cabe otro pasajero ha de pensar el chofer sí pero colgado del mofle por andar huyéndole al calor te equivocaste de camión bajan ¡bajan! ¡BAJAAAAAAAAAN!

Espejo

Me dijeron que era una técnica de meditación fácil: "Antes de irte a dormir, pónte frente a un espejo y empieza a hacerte preguntas, las respuestas vendrán solas". Soy muy dado a ridiculizar este tipo de cosas, pero necesitaba unas respuestas que sólo en mí era posible encontrar.

Comencé jugando con mi reflejo, haciendo muecas que se reproducían. Cuando hice la primer pregunta seria, quedé anonadado al ver cómo el reflejo respondía por sí mismo. Entusiasmado, extendí la duración del ejercicio más allá de lo recomendado. Disfruté mucho abandonándome en la superficie de cristal, jugando a ser el reflejo del ser que tenía enfrente. Nunca pensé que fuera tan sencillo reproducir las acciones de otro con tanta facilidad. Ya era de madrugada cuando le noté las primeras señales de cansancio, veía cómo cabeceaba y bostezaba (cosas que yo de inmediato repetía). Entonces dijo: "Ya vete a dormir, mañana continuamos".

Ha pasado una semana y no ha vuelto. A mí me gusta respetar los compromisos, así que continúo esperándolo donde me dejó. Comienzo a pensar que me engañó de alguna manera, mas no puedo dilucidar cómo; no importa, todos tenemos que ir al baño en algún momento, todos tenemos que comer en algún momento. Y todos tenemos que mirarnos en un espejo, en algún momento. El lo hará y yo estaré esperándolo.

Nico

Nico creció con el signo de la muerte trazado en la cara. Huérfano, toda su vida la pasó en la Colonia Baja California por la calle San José del Cabo, en una vivienda constantemente llena de niños sucios pidiendo dinero, que al día siguiente parecía más desmadrada: adobe, madera y tierra, incluso después de la pavimentación de la colonia.

Nico se sostuvo no sé cómo, de cualquier cosa. En sus últimos años (llegó hasta los 16 o 17), trabajó en la zapetera de la esquina, empacando pañales, cargando y descargando trailers que corrían desde Tijuana. De ahí parece que empezó a comer bien, porque agarró cuerpo a fuerza de cargar las pacas y mucho futbol en la calle.

Pero la última vez que lo ví, tenía contados los días. Sucio, mal vestido, ya nomás subía y bajaba por la Jalisco y la San José, hacía guardia en la tienda del Benchi, la mirada fija, los músculos contraídos. Me pidió una lana, le dije que no tenía. Creo que fueron las únicas palabras entre nosotros. Quizás por el pleno día y por encontrarme justo afuera de mi casa, Nico simplemente se retiró a seguir buscando feria.

- Oye hijo, ¿ya supiste que mataron al Nico?
- ¿Qué?
- En la esquina del Benchi, antier...
Luego voy con mi carnal y le pregunto:
- Oye Javi, ¿por qué mataron al Nico?
- Lo mató un compa de él, otro morrillo más chico, el Tury. Antes se habían peleado y el Nico lo clavó, luego el Tury le llegó por la espalda con un cuchillo.
- Pero algo traía ya el Nico, yo lo guaché el otro día y andaba drogado, se veía peligroso.
- Guacha, hace como un mes trajeron PCP de Los Angeles, son unas pastillitas blancas, así de chiquitas...

Aborto

- ¿Qué te dijeron?...
Su expresión era elocuente, la pausa postpregunta remataba el mensaje: análisis positivos.
- Luis...
El nombre golpeó a su dueño, Luis buscó las palabras adecuadas, la justificación universal, qué más daba, sólo lograr dignamente el objetivo (si era posible, porque si no...).
- No podemos tenerlo. Tus padres...
¿Se restregaba las lágrimas o asentía? ¿Fué adecuado el tono de voz?.
- Mañana te vas a San Diego.
Tardó un poco pero al fin lo hizo. Una semana después, durante la cual Luis se entretuvo pensando, unas veces queriendo y otras no. La tentación de abarcar posibilidades en una idea lo narcotizaba constantemente: "Qué pasaría si... Cómo sería si... Y si yo...". Pero no se permitía avanzar demasiado sin dejar caer la guillotina sobre cualquier lógica resbaladiza que empezara a achicarle el pecho.

Lo bueno de ella era su obediencia, le dolió pero aceptó. Papá y Mamá: Dioses aún demasiado grandes para los valores que presumía haber heredado, puritita mojigatería, ésa era la única herencia real. La tristeza y el dolor procedieron de otras fuentes mucho, pero muchísimo más antiguas, ancestrales. Instintivas.

Cuando regresó, le dijeron que la última persona en ver a Luis fue un amigo cercano, quien relataba insistentemente su desintegración en porciones difusas, como si una gigantesca aspiradora invisible lo hubiese absorbido. Nadie le creyó, sin embargo nunca encontraron a Luis.

Acontecimiento

Este era un hombre al que no le pasaba nada. Nada de nada. Todos los días caminaba entre la gente esperando encontrar o que lo encontrara una mujer con quien enamorarse. Pero nunca la hallaba. También metía solicitudes de ingreso en toda serie de ocupaciones donde podrían pasarle muchas cosas, en el ejército, policía, cuerpo de bomberos, partidos radicales, etc. Pero en todas partes le rechazaban aduciendo x o y característica de su persona.

Desesperado, le contó a un amigo su situación y éste le comentó: "Pues es algo muy raro, a todos aunque sea nos han asaltado, enamorado u odiado, pero a tí no. Qué extraño, algo te debe estar pasando”. Las cinco últimas palabras hicieron que el hombre saliera corriendo, lleno de gozo hacia la calle. Pero en la esquina algo vino y le pasó por encima. Era un cuento.

Hay que modernizarse, amá.

No puede decirse que Ernesto haya sido un mal hijo, porque los hijos únicos resultan consentidos por obligación. Su mamá, doña Yolanda Espinoza Vda. de Martínez, siempre se sintió orgullosa de él. Un día que estaba haciendo las compras en el mercado, hizo todo un recuento de las proezas de su hijo, frente a sus amigas: - Me acuerdo cuando vivíamos en la cuartería, ¡uuuy, hace como cinco años!, su papá ya tenía como dos años de que se lo llevó el cáncer, pobrecito, nunca nos faltó nada con él. Entonces yo me las arreglaba, yo solita para mantenernos. Y que me llega un día diciendo que ya había conseguido trabajo en la fábrica. Yo le hacía su lonche, le preparaba su ropa, porque él quería meter muchas horas extras pá agarrar más dinero. Nombre, yo ya nomás me dedicaba a la casa, para tenerle todo listo, y ya ven cómo subió a supervisor, luego, luego. Nomás sí seguía cosiendo ajeno para comprarle sus regalitos, que una camisita, que un pantaloncito; y mijo seguía yéndose pa’rriba. A los meses, que me llega a la cuartería diciendo que había comprado lote, pos a juntar pá construir. Al año ya estábamos en la colonia, viviendo, con luz y agua y drenaje. Me acuerdo mucho de una vez que llegó cuando yo estaba lavando en el lavadero, que me habla y me enseña la lavadora en el pikap, nuevecita, automática. ¡Mi chamaco!. Me dijo: “Hay que modernizarse, amá”. ¡Ah, qué caray!... no, pos a vender el lavadero viejo. Y luego me llegó con estufa nueva, pos también a vender la vieja; que la plancha, que el horno de microondas, que la licuadora, la batidora, el lavatrastes, bueno me llenó la casa de aparatos niu. Sí, como no, cuando quieran vayan al puesto que tenemos en el tianguis, allí les dejo barato todo lo que sobró de lo viejo...

Aquel día, después de hacer las compras para la cena, doña Yolanda llegó a su casa y empezó a cocinar. Unos minutos después escuchó el sonido del pick up de su hijo al llegar. Ernesto entró con una cara que se le hizo conocida a doña Yolanda: - A ver, a ver, vienes muy raro, algo traes... mmmm... ¡ay no! ¡ya traes otra cosa para la casa! ¡pero si ya todo es nuevo o casi nuevo, mijo!. ¡Ay, lindo! a ver pues, qué traes... - Ernesto sonrió y abrió la puerta para dejar pasar a una jovencita recién salida de la pubertad. - Amá, ella es Josefina y nos vamos a casar.

El agradecimiento de los hijos aún es el tema preferido de doña Yolanda, la pueden visitar en el asilo de ancianos de la ciudad, para que les platique.

Monólogo-performance para un mitin

Aleluya hermano, aleluya, yo te vengo a traer palabra del Señor, yo te vengo a traer un mensaje del Señor, yo quiero darte mi testimonio, déjame platicarte una cosa muy importante, tú te estás riendo, tú dices que yo estoy loco, tú dices “ya viene éste a predicar, ya vámonos, ya nos vamos a aburrir” pero yo te digo que me escuches, porque ¿sabes una cosa? yo también decía igual que tú, yo también me reía de esos hombres que gritan en la calle, en los parques, que reparten volantes, yo también decía que tenía prisa, que a mí nomás me interesaban mis cosas, mi trabajo, yo no quería que nadie se metiera en mi vida, yo también decía que los que predicaban eran genta que no tenía nada qué hacer, que eran drogadictos, que eran fanáticos, pero te voy a decir una cosa, hermano, yo estaba equivocado, yo me levantaba, iba a trabajar, llegaba a la casa, veía la televisión, leía el periódico, me acostaba a dormir y me volvía a levantar para ir al trabajo al otro día, pero fíjate bien, hermano, mi vida era una mentira, mi vida estaba vacía, yo vivía en un mundo artificial, yo tomaba drogas todos los días, yo estaba lleno de odio, yo odiaba a mi vecino, odiaba a mis compañeros y descuidaba a mi familia, yo me metí en las drogas y por eso perdí a mi familia, a mi esposa, a mis hijos, yo perdí a mis amigos, todos los días yo alucinaba con las drogas, me levantaba y prendía la televisión, veía fútbol, veía telenovelas, yo veía “Siempre en Domingo”, iba a trabajar y prendía el radio, escuchaba las complacencias musicales, escuchaba el hit parade, luego yo leía los periódicos de Vázquez Raña, leía el Libro de Vaqueros, leía el Eres, todo el día alucinaba con esas drogas y por eso perdí a mi familia, porque yo quería que mi esposa fuera como Laura León, como Thalía, yo quería parecerme a Luis Miguel, yo creía en falsos profetas, yo creía en Zabludowsky, yo creía que había democracia en México, creía en el Tratado de Libre Comercio, creía en el Neoliberalismo, yo creía en Salinas de Gortari, por eso yo creía que si le lamía los pies a mis patrones, me iban a subir de puesto, yo creía que si traicionaba a mis compañeros de trabajo, me iban a hacer supervisor, que si engañaba a mis amigos en el Multinivel, me iba a convertir en ciudadano del Primer Mundo, por eso conseguí tarjeta de crédito, para comprarme ropa cara, para tener carro del año, para apartar casa de interés social, y yo ya no me podía detener, yo quería más drogas, aunque me la pasara peleando todo el día con mi esposa, con mis hijos, yo sólo quería drogas, más y más drogas para sentirme bien, para sentirme activo, para aplastar a los demás, para sentirme que estaba por encima del mundo, y entonces yo le pegaba a mi esposa, le pegaba a mis hijos y entonces un día mi familia me abandonó, se fue de la casa, mi familia me dejó solo con mis drogas, ahora escúchame hermano, porque esa noche se me apareció el Señor, sí, esa noche yo vi al Señor cara a cara, así como te veo ahorita, yo estaba solo en la casa y el Señor tocó a mi puerta, me levanté y abrí la puerta, y cuando abrí la puerta, una luz muy fuerte, una luz muy brillante me encandiló y yo sentí que el Señor estaba frente a mí, y el Señor me llamó por mi nombre y por mis apellidos, y yo sentí que había llegado la hora de mi arrepentimiento, y entonces yo escuché la palabra del Señor, y el Señor del banco me dijo que me iba a embargar la casa por todas las mensualidades que le debía, y el Señor del banco venía con la policía, venía con patrullas que me bañaban de luz roja y azul, y también venía el Señor de la tienda, a quien yo le debía toda la despensa del mes, y el Señor de la mueblería, y el Señor de la yarda de carros, sí, el Señor había llegado a mi vida ¡Aleluya hermanos! ¡Aleluya! entonces se llevaron todo lo que yo tenía y me dejaron en la calle, y después de escuchar la palabra del Señor, yo me di cuenta de que había vivido en una ilusión, que yo había vivido rodeado de mentiras, que seguía en el Tercer Mundo, que el país estaba en crisis, que nos estaban usando, entonces vi que yo estaba equivocado y que debíamos tener fé en nosotros mismos, que teníamos que organizarnos, que teníamos que conocernos, y me di cuenta que esa gente que gritaba en las calles, en las manifestaciones, que realizaba actos de protesta en todo el país, me dí cuenta de que esa gente decía la verdad, y me di cuenta de que yo tenía que gritar, que yo tenía que organizarme, que yo tenía que traerte mi testimonio para que tú lo escucharas, hermano, para que tú también aceptes la crisis en tu corazón, en tu cerebro, en tu estómago ¡Aleluya hermano! tienes que aceptar la crisis hermano ¡Aleluya! ¿Aceptas la crisis, hermano? ¡Aleluya!

Pueblo nuestro que estás en la tierra
sacrificado es tu apellido;

Venga tu reino, hágase tu voluntad
tanto en la sierra como en los rascacielos;

Exige hoy el alimento, la vivienda, educación y salud
nuestros de cada día;

Libera a los presos políticos, así como también nosotros
dejamos libres a los políticos criminales;

No nos dejes caer en candidaturas
y líbranos de la Judicial;

Porque tuyo es el país, el poder y la Gloria
por los sexenios de los sexenios, salud.

viernes, enero 07, 2005

Nota informativa de ficcion

Las perspectivas se han soltado. Las causas son desconocidas pero usted puede muy bien atravesar la avenida mientras ambas aceras se acercan. O puede ver abierta la puerta y pegarse en las narices con ella, porque en realidad estaba cerrada. Los efectos de esta desacostumbrada situación cubren un amplio rango, desde lo gracioso hasta lo trágico.
El afamado científico, Doctor Kwazartch Illrik, declaró: "Se puede reproducir un pequeño aspecto de este caos actual con un sencillo experimento. Haga un cubo de alambre y empiece a rotarlo frente a sus ojos; si observa atentamente, se dará cuenta de que sólo está seguro del sentido rotatorio, gracias a sus sensaciones táctiles y no a sus sensaciones visuales. Este fenómeno está contagiando todos los objetos de la realidad".
"La perspectiva es una función de la relación entre el observador y lo observado. Conclusión lógica: ésa relación ha sido alterada. Parece que las cosas nos están observando."

domingo, enero 02, 2005

Mary

Es pequeña y es bella, tiene los ojos envueltos en una canción tan lenta como el color del silencio al caer la tarde aglutinada de niebla inoportuna, pedestre, motriz y buena compradora cuando no comienza a merecer nuevamente los intervalos propios del cinismo también sabe orinar con gracia propia e inoculada a los siete días de nacida.

Vespertinamente enfoca al ECO que re-anuda el grito en su garganta cortada en arrugastadas maliciosas por eso el eco ahora con minúsculas minúsculas, ya que sólo es un estúpido tupido plagiario, desea su silencio único e irrepetible mil veces al día los días de fiesta Mary observa el aire que rodea los pensamientos de la gente no comprende su matiz apestoso a rutina de circo trágico barato como una vida de lujo en tres percusiones definen los pasos mientras cada recuerdo devora un sentido ellos inventan otro nuevo hasta que agotados pierden su textura de mentira donde el Eco empieza acechándola ellá no sabe porqué en ese preciso momento vuelve la vista asqueada por las imágenes sólo te sabe decir: "Tengo agruras en los ojos tengo una paranoia de veinte años lalimento de sospechas que estoy aquí yo ya te había estado buscando para matarte cochino mirón pónme en el punto ciego de tu retina parecida a las mías ayermente medí colorestuviste cinco punto cinco al violeta con trece grados de amarillismoralidad en el tbrasero si te pegan unalgada pon el otro cachete si esperas las comillasesinasestas no vendráno callarán a Marya las engañó es muy buena para los disfracestás leyendo algo ajeno pero no lo es tanto porque Mary existenosotros y se manyfiestainmushowstilos.

Se abre una pequeña ventana, Mary. Estar aquí desde la abertura y los lados al resbalarse emiten ruidos inertes. Cuando eras pequeña (una ventana), de unos tres amigos, ibas balanceándote de uno a otro pero hoy rebotas ¡boing! ¡boing!, tu cabeza suena y te duele cual si estuviera viva. Cosas vivas son tus miembros, eres pedazos de cosas vivas, una casa de ventanas, tu comedor digestivo, tu tracto recámara, en cada órgano me asomo a una calle y en cada calle se encuentra la posibilidad de tu asco merodeando. Te rodeas de personajes y una pléyade con las más diversas características de personalidad satura los actos, confundiéndose con ellos: Alfarazar, que es un poco como Alféizar, como Alfaguara y un poco como Salazar. _____________________________________, [(hablando en lenguaje plano) (haces un párrafo tipo matrioshka + diseño fractal) + (como operaciones lógico matemáticas) (imaginemos la adición de los enunciados, su resta, asociacion)] [(enumeración) el primer corchete fué puesto al último].

Para-frasear un poco "¿cómo fundir hielo en un recipiente de hielo?", "no se puede hacer un omelette sin romper los huevos", "hacemos un hoyo para tapar otro". Y en una desesperada acometida de boxeador peso mosca versus completo, después de una cachetada que nos hizo rebotar por toda la cuadrilateralidad del espacio verbal, los alargados tabiques de mi memoria desplazan profusas ánimas sincréticas de inigualable tolerancia azulada a brillos metálicamente predispuestos en una miríada de subagentes con explicitaciones monosilábicas ambarinas insectivocipientes cuyo contenido discursivo alimenta la boca de mi inanición grafosemántica por pertenencias ajenas. "¿Mentiendez Méndez?".

Después de nombrarte, escucharte, vergalizarte, yuxtaponerte y haber practicado todas las sintaxis posibles para mí de tu cuerpo vegetal en la práctica envuelta del papel, me salto los códigos para conservar la ilusión de la fuga y digo en un rugido-lamento-suspiro-palabra-grito, mientras vuelvo de mi, yéndome: ¿será posible el estornudo-vómito-escupitajo-llanto-meada-cagada-eyaculación-eructo-pedo? ¿ y cómo será el estado de alivio resultante?, querida Mary, la Iguana.